Robots que pueden inspeccionar plantas de manera individual para ayudar a los agricultores a mejorar los cultivos. El proyecto, llamado Mineral, ha sido llevado a cabo por Alphabet, el conglomerado de empresas al que pertenece Google. La automatización del trabajo es una realidad más presente que futura, y ya se está probando en países como Argentina, Canadá, Sudáfrica y Estados Unidos
Robots no invasivos que permiten detectar anomalías en los cultivos
Cada robot es un «buggy», un pequeño vehículo que recorre los campos de manera vertical sin rozar las plantas. Recogen un gran cantidad de información sobre éstas: su altura, tamaño de las hojas y frutas, cómo crecen o cómo responden a su entorno. Estos robots han sido creados para llegar donde el ser humano no puede, ya que, literalmente, son capaces de contar individualmente cada grano.
Todos estos datos se recopilan en su sistema de aprendizaje automático para tratar de detectar patrones y ofrecer información útil para los agricultores. Pueden ser fabricados en diferentes tamaños dependiendo de los cultivos y patrones de siembra.

Un avance para un sector marginado
Mineral nace de las preguntas que se hizo Elliott Grant, el jefe del proyecto: «¿Qué pasaría si cada planta pudiera ser monitorizada y recibir exactamente lo que necesita? ¿Y si pudiéramos conocer los impulsores genéticos y ambientales del rendimiento de los cultivos?», cuenta en su blog.
Grant pretende crear «mejores herramientas que permitan a la industria agrícola transformar la manera en la que se cultivan los alimentos«. Su equipo explica que el principal objetivo de esta idea es abordar la creciente necesidad mundial de alimentos y la sostenibilidad de la agricultura.
El proyecto nace de las quejas de los agricultores, que explican cómo la tecnología actual no les brinda el tipo de información que necesitan. Ian Drew, criador de ovejas y fundador de una compañía de tecnología, afirma lo necesario que es que se invierta en proyectos como éste en un sector que normalmente es olvidado por las compañías de tecnología punta.

Las primeras pruebas han sido positivas
Drew confirma la efectividad de los robots agricultores, que «son capaces de detectar la presencia de insectos, asegurarse de que los cultivos se han sembrado y recolectado en el momento adecuado e incluso recoger malas hierbas o mover vallas».
Los robots, que aún se encuentran en estado de prototipo, han sido probados durante los últimos años en los campos de fresas en California y los campos de soja en Illinois. Reuniendo imágenes de alta calidad de cada planta y contando y clasificando cada baya y cada judía. A día de hoy, están siendo probados por criadores y agricultores en Argentina, Canadá, Sudáfrica y Estados Unidos.
Agricultores y gobiernos temen por la privacidad
La cuestión de la propiedad de los datos es de gran importancia para Alphabet, que teme que «los gobiernos querrán tener voz y control sobre cómo se usan y quién puede acceder a ellos». La compañía afirma que la seguridad de los datos que los robots recopilan es esencial para el correcto lanzamiento del proyecto, «porque lo último que quieres hacer es que alguien se apropie de tu granja», como afirma Drew. Aún no existe un cronograma ni una estrategia para empezar a comercializar estos robots como producto a expensas de un plan de protección de datos.