El euro digital, la nueva criptomoneda de la eurozona, es una realidad cada vez más próxima. Ha sido impulsado por la pandemia y la competencia contra la Libra de Facebook. ¿No te suena de nada? Lee este artículo porque te interesa.
El Banco Central Europeo (BCE) ha anunciado el comienzo de las pruebas para la posible implementación del euro digital, que es, en pocas palabras, un bitcoin controlado por el eurogrupo. Esta criptomoneda se usaría de manera paralela al dinero físico y presentaría muchas ventajas para la economía europea.
La pandemia ha modificado las formas de pago
El proyecto, que lleva en fase de investigación desde 2016, aún no ha sido aprobado por el eurogrupo, pero su ciclo de pruebas se ha impulsado, por una parte, debido a la crisis sanitaria del Covid-19. Los consumidores han reducido drásticamente el uso de monedas y billetes físicos. En su lugar han preferido las transferencias bancarias y en aplicaciones con el fin de evitar la exposición física al dinero. Como consecuencia el BCE a mover mucho dinero en metálico por Europa.
Por otro lado, Facebook anunciaba en junio de 2019 la creación de su propia criptomoneda, la Libra (sí, se lee así también en inglés), lo que ha llamado a la entidad a acelerar el proceso de su proyecto de criptoeuro para poder competir contra el gigante estadounidense.
En España, Iberpay, la Sociedad Española de Sistemas de Pago, que ya ha puesto en marcha proyectos tan exitosos como Bizum, será la encargada de llevar a cabo las simulaciones. Las entidades bancarias que formarán parte de esta fase de experimentación son Santander, BBVA, Sabadell, Bankia y CaixaBank. Paralelamente a la fase de pruebas, este 12 de octubre el BCE ha lanzado una consulta pública donde tendrá en cuenta la opinión de consumidores y expertos. Aunque la decisión final la llevará a cabo el eurogrupo con los datos que recopile el gabinete de Christine Lagarde.

Ventajas e inconvenientes a la moneda tradicional
Sin duda, la creación del euro digital le facilitaría enormemente el trabajo al BCE, ya que ahorraría en costes de transporte del dinero físico, a la vez que de costes en producción. Además la creación digital es mucho más sencilla y requiere menos logística que la material. La criptomoneda gana puntos a nivel de seguridad, ya que es más fácil de trackear y más difícil de falsificar. Además, ésta presenta una gran dificultad para delinquir y realizar blanqueamiento de capital.
Por otro lado, presenta una gran ventaja competitiva frente al resto de criptomonedas: el euro digital no es una divisa diferente al euro convencional. Se trata de la misma moneda de siempre pero en diferente formato. No tendremos que preocuparnos por la compraventa de divisas y cambios de valor de las mismas según el mercado.
El euro digital supone el acceso sin coste a un medio de pago sencillo para cualquier persona, independientemente de su situación financiera. Sin embargo, el BCE admite que de su creación también surgen inconvenientes. El principal riesgo es que, en caso de crisis financiera, los consumidores puedan sacar masivamente su dinero de los bancos para cambiarlos en euros digitales al percibirlos como un valor seguro. Por otra parte, la privacidad de los usuarios puede verse afectada debido a errores del sistema y pueden llegar a convertirse en víctimas de estafa.