Los componentes de hardware tienen un rango de temperatura para su estabilidad, fiabilidad y funcionamiento óptimos. Si contamos con un sistema de refrigeración activa en el PC es, precisamente, porque debe mantenerse entre ciertos valores en concreto para evitar el thermal throttling e incluso la posible muerte de la CPU o fallos en la misma. Pero ¿a qué temperatura debe estar la CPU?
La CPU de un ordenador debe estar a entre 24 ºC y 40 ºC en reposo, aproximadamente, mientras que de normal funcionará en un rango de entre 45 ºC y 65ºC, aunque puede haber ligeras variaciones entre modelos de CPU. No obstante, la temperatura máxima que suelen recomendar los fabricantes de chips está en 75 ºC, con algunas CPUs que tienen su temperatura máxima en valores incluso inferiores.
Reposo | Normal | Máximo |
---|---|---|
24 a 40 ºC | 45 a 65ºC | 75 ºC |
Temperatura de la CPU: en reposo, de normal y como máximo
La temperatura ‘de normal’ debería darse cuando el ordenador está encendido, pero sin uso, o con un uso a carga baja o incluso media. La temperatura máxima, sin embargo, debería darse en casos excepcionales, a carga máxima –por ejemplo haciendo uso de videojuegos exigentes- y cuando la temperatura ambiental es elevada; es decir, en verano.
¿Qué pasa si la CPU se calienta demasiado?
Si la CPU alcanza la temperatura máxima con excesiva frecuencia se puede producir una degradación acelerada del componente de hardware o se pueden dar fallos puntuales. Cuando la CPU funciona en rangos de temperatura superiores a los recomendados por el fabricante, además, sufriremos pérdidas de rendimiento notables con bajadas en la velocidad general del ordenador, congelaciones y similares.
La mayoría de las CPUs actuales cuentan con sistemas de protección que forzarán el apagado repentino del ordenador en caso de superar un valor de temperatura determinado. Si esto ocurre deberíamos ponerle solución rápidamente, y podríamos perder lo que estemos haciendo en ese momento. No se recomienda, bajo ningún concepto, que la CPU llegue a las temperaturas máximas, y mucho menos aún que lo supere.
Cómo conseguir la temperatura ideal para la CPU
Para esto es fundamental la ventilación y refrigeración de los componentes de hardware. El sistema de refrigeración actúa como ‘un todo’ en el que no solo importan un buen disipador para la CPU, con refrigeración por aire o por agua, sino también la correcta ventilación y flujo de aire general de la torre. Podemos controlar la temperatura de la CPU con programas como Open Hardware Monitor.
Si estamos alcanzando temperaturas por encima de las normales deberíamos probar cosas sencillas como poner la torre en un lugar más despejado, mejorar la refrigeración con más o mejores ventiladores, cambiar a una refrigeración líquida, etcétera. Hay que hacer lo posible por evitar las temperaturas máximas de la CPU si queremos que funcione bien y durante más tiempo.