En la WWDC 2020, Apple presentó sus novedades en software. Pero, como siempre, tiene que pasar algún tiempo para que podamos digerir las novedades y, por ejemplo, ya sabemos cómo instalar iOS 14 beta sin ser desarrollador. Pero también presentaron sus nuevos procesadores para Mac. Propios, en lugar de diseñados y fabricados por Intel, ARM y, a todas luces, un impedimento para ‘hackintosh’.
Apple promete que sus nuevos chips ARM harán que sus ordenadores sean ‘mejores que nunca’. Qué iban a decir de ellos, claro. Pero lo cierto es que en dispositivos móviles y wearables han conseguido que, efectivamente, sus procesadores destaquen sobre los de sus competidores. Ahora bien, dejando a un lado esto, hay una importante comunidad ‘pro Apple, pero fuera de Apple’ a la que le interesa el software macOS y que lo utiliza con ordenadores clónicos. He ahí hackintosh, la ‘cultura’ de instalar macOS en ordenadores que no son de Apple.
El ecosistema PC de Apple se cierra: ¿es el adiós definitivo a ‘hackintosh’?
Por el momento van a coexistir los Mac Intel con los ARM. Esto significa que, por el momento, al menos macOS Big Sur va a mantener el soporte para un hardware y el otro. O dicho en palabras aún más sencillas: hackintosh será posible aún, porque macOS Big Sur es compatible con chips Intel. Y ya sabemos cómo es la política de la compañía de Cupertino con respecto a la retrocompatibilidad de hardware; suelen lanzar actualizaciones de macOS compatibles con hardware de años atrás –sus propios ordenadores-. Por tanto, para hardware actual tendremos hackintosh para unos cuantos años, incluso para próximas versiones de macOS.
El problema llegará cuando Apple deje de actualizar sus Mac antiguos con Intel. Y por supuesto, tan pronto como se dejen de lanzar nuevos Mac con hardware de Intel, que debería ser tan pronto como el próximo ordenador de Apple que se actualice. Lo que tenemos garantizado es compatibilidad de macOS Big Sur con la 10ª gen. de chips Intel. Y a partir de aquí, todo son preguntas sin respuesta.
Que el hackintosh está condenado a morir tal y como lo conocemos está garantizado. Cuánto durará es toda una incógnita, y ahora es cosa de los desarrolladores y la comunidad hackintosh que exista compatibilidad extraoficial, o no, con los chips Intel posteriores a la décima generación. En realidad, tampoco sería extraño que esto ocurra porque la comunidad hackintosh ya ha trabajado en hacer compatible hardware que, de forma oficial, no lo es. Pero sin duda complica las cosas y extiende los plazos de manera considerable.